Reflexionando sobre  “Amoris Laetitia”

Capítulo Iº

12 –  En este número se nos lleva  a la “profundidad” del Hombre, Varón o Mujer. El texto bíblico de Génesis 2, tiene una simplicidad y profundidad de mensaje sorprendentes, al punto que nos presenta un verdadero y luminoso retrato de la pareja humana. Dios nos revela quién es el hombre,  para qué lo ha creado.

El hombre no ha sido creado para vivir aislado, sino en comunión con todo lo creado. A pesar de ello, el hombre no encuentra en las otras criaturas -no humanas-  alguien “semejante”, con quien comunicarse de tú a tú, desde lo más íntimo del corazón, de su alma y de su cuerpo. De allí la expresión del Varón cuando ve a la Mujer “esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne “…El Varón descubre en la mujer la Imagen de Dios, por eso “ve” que ahora tiene una ayuda y apoyo iguales a él, totalmente complementarios, en alma y cuerpo. Podrán llegar a ser UNO, en el amor misterioso, personal y respetuoso, como dice la Mujer del libro bíblico del Cantar de los Cantares : “Mi amado es mío y yo suya… Yo soy para mi amado y mi amado es para mí”… (2,16; 6,3).

Este AMOR ESPONSAL, está a la base de lo que constituirá no la esencia misma del Matrimonio, pero sí un elemento unitivo de la pareja humana, de mucha importancia y que se irá construyendo a través del tiempo del Matrimonio. De allí, que la Fidelidad en el Amor Conyugal, será la garantía de la estabilidad de toda la familia, que el Matrimonio hace posible de existir, según el Designio de Quien es un Dios Fiel y Leal.

13 – Quizás ahora veremos más claro, por qué hemos titulado estos comentarios  “La Belleza del Matrimonio”, por todo lo que A. L. nos va enseñando.  En este nuevo párrafo se nos hace redescubrir que la soledad es sanada por el Matrimonio y que surgen la generación y la familia. Es importantísimo remarcar, que aquí se nos dice que el Matrimonio es una “DONACIÓN VOLUNTARIA DE AMOR.” Se nos recuerda así un hecho constitutivo de la esencia del Matrimonio, tanto natural como sacramental: es el Consentimiento totalmente libre, el que determina que exista Matrimonio en una pareja.humana.  Jamás debemos perder de vista este principio del que depende la VALIDEZ del Matrimonio. ¡Cuánta profundidad y misterio hay en el amor matrimonial que compromete la Libertad, la Voluntad de cada persona, varón o mujer y esto de por vida!  Estas personas humanas, este varón y esta mujer, SE ELIGEN UNA A LA OTRA para amarse mutuamente, con exclusión de cualquier otro amor humano semejante. Y esto PARA TODA LA VIDA.

Por eso mismo, Santo Tomás de Aquino el gran Doctor de la Iglesia dice, que no hay otra forma de Amistad más grande sobre la tierra que la que se crea entre los esposos por el Matrimonio.

Tenía que ser así, porque el hombre está hecho para amar como Dios ama, fiel y fecundamente. De aquí viene que este amor y solo él puede garantizar que una familia sea familia, pues es un Amor Matrimonial, estable y juramentado por el consentimiento dado según Dios, como el que necesitan los hijos, quienes certificarán la PROFUNDIDAD MISTERIOSA del Pacto realizado en la celebración Matrimonial.

Maravillosamente lo expresa Dios en Su Palabra: “Dejará el hombre a su padre y a su madre, para unirse a su mujer y serán los dos una sola carne” (Gen. 2.24).  El Misterio es tan grande y profundo, que San Pablo dice en Efesios: “… yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia”.

Pbro. Lic. Oscar Duarte

Te invitamos a leer  la parte número I y II de las reflexiones propuestas por el Padre Oscar Duarte ingresando al siguiente enlace:

I – LA BELLEZA DEL MATRIMONIO – PARTE I
II- LA BELLEZA DEL MATRIMONIO – PARTE II