El fin de semana pasado, una multitud de hombres y mujeres libremente convocados, nuevamente volvió al camino para cubrir a pie la distancia que nos separa del Santuario de Nuestra Señora de Luján. Fue después de un año lleno de privaciones, incertidumbres y angustias: muchos, con el corazón atravesado por el dolor a causa de haber perdido a familiares y seres queridos. La Peregrinación Juvenil para los católicos es una imagen de la Iglesia peregrina, que a pesar de las pruebas, recibe muchas gracias y consuelos a través de la Madre del Salvador, y por eso, fuimos
cantando y caminando para pedir «trabajo y salud para nuestro pueblo».
En contraste, recibimos con tristeza y dolor cómo en una pretendida expresión artística se bastardearon y blasfemaron la fe y la religiosidad con palabras que no se pueden aceptar referidas a la Virgen María. Se han vertido nada menos que en el teatro Colón, ícono de la cultura de la Ciudad de Buenos Aires y de nuestra patria, donde los argentinos nos deleitamos con el arte y la música del mundo; ahí se dijeron expresiones que ultrajan la sensibilidad de una porción muy importante de nuestro pueblo, que más allá de su creencia religiosa, siempre respeta a la Virgen.
Pedimos a las autoridades que velen por una sociedad sana y democrática, en la que se respeten todos los símbolos sagrados, de cualquier religión que sean, tanto como se respeta y defiende la libre expresión de los artistas.
Buenos Aires, 10 de octubre de 2021
Mons. Oscar V. Ojea, Obispo de San Isidro, Presidente
Cardenal Mario Aurelio Poli, Arzobispo de Buenos Aires, Vicepresidente 1º
Mons. Marcelo Colombo, Arzobispo de Mendoza, Vicepresidente 2º
Mons. Carlos H. Malfa, Obispo de Chascomús, Secretario General
Conferencia Episcopal Argentina