El arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Rossi SJ, presidió el jueves 25 de abril, en la catedral Nuestra Señora del Carmen, la misa de apertura de la misión que los obispos de las diócesis con jurisdicción en el territorio cordobés realizan hasta el domingo en la prelatura de Deán Funes.
Concelebraron la Eucaristía monseñor Enrique Eguía Seguí, obispo anfitrión; monseñor Sergio Buenanueva (San Francisco), monseñor Samuel Jofré (Villa María); monseñor Adolfo Uriona FDP (Villa de la Concepción del Río Cuarto), monseñor Ricardo Araya (Cruz del Eje); los tres obispos auxiliares de la arquidiócesis de Córdoba: monseñor Ricardo Seirutti, monseñor Alejandro Musolino SDB y monseñor Horacio Álvarez; y el arzobispo emérito de Córdoba, monseñor Carlos Ñañez.
“Venimos en espíritu sinodal, caminando por nuestro pueblo y sobre todo aprendiendo de tanta cosa linda, de tanta fe vivida con gestos, de tanta alegría con que nos han acogido. Recién comenzamos y ya tenemos lleno el corazón”, comenzó destacando en su homilía el cardenal Rossi.
Preguntándose “¿a qué nos llama Jesús a los misioneros?”, indicó que el desafío de la misión es “estar con él y anunciar el Evangelio, anunciar que el Señor nos ama, que es eterna su misericordia, que él nos espera, que podemos descargar en él nuestras inquietudes ya que él se ocupa de nosotros, anunciar que no estamos solos”.
El estilo misionero, aseguró, debe partir sobre todo del testimonio de la propia vida y fundamentarse en la oración, “porque la misión es, ante todo, un misterio de gracia, por lo tanto, no hay misión sin oración”, consideró.
“No podemos esperar a que llamen a nuestra puerta, es urgente que vayamos nosotros a encontrar a la gente. Es importante entender cómo se sienten, qué perciben, qué deseos tienen en el corazón. La humanidad que hay en nosotros necesita ser abrazada”, planteó.
Por eso, animó a que “con nuestra simple y fraterna presencia podemos decirles ‘estoy aquí, no estás solo’. Pastorear es ponerse al hombro el rebaño. Y esta misión no es exclusiva de los discípulos, sino que cada una tendrá que encarnarla desde su vocación, allí donde el Señor lo ha puesto”.
Destinos pastorales
Monseñor Araya (Cruz del Eje) será destinado a la capilla María Auxiliadora, mientras que monseñor Uriona (Río Cuarto) irá a San Pantaleón/Santa Inés, ambas capillas pertenecientes a la parroquia El Valle, donde estará misionando monseñor Ñañez (Córdoba).
Por otro lado, dentro de los destinos dependientes de la Catedral, donde estará monseñor Buenanueva (San Francisco), el cardenal Rossi irá a San Cayetano y Brochero; monseñor Jofré (Villa María) a la capilla San José; monseñor Musolino (obispo auxiliar de Córdoba) a San Roque; monseñor Seirutti (obispo auxiliar de Córdoba) a Santa Rita; monseñor Eguía Seguí (Deán Funes) a la Medalla Milagrosa; y monseñor Álvarez (obispo auxiliar de Córdoba) a San Nicolás.
La misión concluirá el domingo, con una procesión de todos los grupos misioneros desde la estación de servicio Shell (ruta 60 y 16) llevando la imagen peregrina de María Reina de las Misiones. Se hará una concentración en plaza Sarmiento y a las 12 monseñor Eguía Seguí presidirá la misa de clausura.