Por AICA.
Los obispos que participan de la 124ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) comenzaron ayer, martes 16 de abril, la segunda jornada de deliberaciones en la casa de ejercicios “El Cenáculo”, de Pilar, con una misa presidida por el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín.
“Hoy Jesús, en el Evangelio, nos dice: ‘El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí, jamás tendrá sed’. Él es la única respuesta correspondiente a nuestro deseo de infinito, pues es el Eterno que se ha hecho carne; se ha hecho encuentro, el único que puede saciar nuestra hambre y sed de felicidad”, recordó el prelado en la homilía.
“El profeta Isaías advertía al pueblo elegido acerca de dónde cifraba la esperanza de su liberación, de su realización: ‘¿Por qué gastan dinero en algo que no alimenta y sus ganancias en algo que no sacia? Háganme caso y comerán buena comida… presten atención y vengan a mí, escuchen bien y vivirán. Yo haré con ustedes una alianza eterna’”, repasó también.
Durante la celebración eucarística, monseñor Martín agradeció al Papa Francisco y a los obispos del resto del país las muestras de apoyo y cercanía a partir de la situación difícil de violencia y narcotráfico que se vive en la ciudad de Rosario.
«Una inmensa gratitud a toda la Iglesia. Hemos sentido y seguimos sintiendo la compañía de toda la Iglesia, desde el mensaje del Santo Padre a la ciudad de Rosario, el mensaje de la Comisión ejecutiva de la CEA, la iniciativa del arzobispo de Mercedes-Luján de rezar el Rosario desde la basílica de la Patrona de los argentinos, y por parte de toda la región Litoral, orando en todas las parroquias el Rosario por la paz”, valoró.
Violencia y narcotráfico en Rosario
En efecto, en la sesión de la mañana, los obispos abordaron la situación que se vive en la ciudad de Rosario y la realidad del narcotráfico. Estuvieron presentes en un panel el licenciado Germán de los Santos, periodista de investigación; el fiscal federal Sebastián Basso; y el presbítero Fabián Belay, párroco de María Madre de Dios y rector de la iglesia del Buen Pastor.
En la arquidiócesis de Rosario, asimismo, el padre Belay es responsable de la Pastoral de Drogadependencia y de los Hogares de Cristo – Comunidad Padre Misericordioso.
Al finalizar las exposiciones, los obispos trabajaron en grupos y posteriormente compartieron un intercambio de preguntas junto a los panelistas. Los datos acerca de la realidad de lo que se vive en Rosario, el rol de la Justicia y el Estado en este flagelo, y la tarea pastoral de la Iglesia en la ciudad fueron los puntos principales del trabajo realizado.
Nuevos lenguajes culturales y dinámicas de comunicación
En la sesión de la tarde, los prelados presentes reflexionaron sobre los nuevos lenguajes culturales y las dinámicas de comunicación propias del tiempo actual. Estuvieron presentes, para animar la reflexión, Francisco Albarello, doctor en Comunicación Social por la Universidad Austral, y el presbítero licenciado Pablo Savoia, de la diócesis de San Martín, quien representa a los evangelizadores digitales de la Argentina ante el Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede.
Los obispos recibieron la presentación por parte del padre Savoia sobre el camino de los evangelizares digitales en el país y el desafío de participar de una cultura de la que todos ya participan. Se trata de aprender lenguajes nuevos y estilos nuevos con audacia, para llegar a los alejados de la fe.
El doctor Albarello, por su parte, analizó con los obispos el ecosistema digital y las características de los nuevos lenguajes. La necesidad de reformular contenidos y no sólo hacer una “mera” adaptación fue uno de los tópicos de la exposición.
Los obispos valoraron la presencia de los misioneros digitales y, en el intercambio, se fortaleció la idea del acompañamiento a quienes evangelizan y trabajan en comunidades virtuales.
Más información, en www.episcopado.org y redes sociales.