Los obispos argentinos que están participando de la asamblea sinodal visitaron la Iglesia Argentina en Roma.

Se llegaron hasta la iglesia, puesta bajo la advocación Santa María Dolorosa, ubicada en la Plaza Buenos Aires, el cardenal Ángel Rossi SJ, arzobispo de Córdoba; monseñor Oscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA); monseñor Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza y vicepresidente primerEA; monseñor Carlos Aspiroz Costa OP, arzobispo de Bahía Blanca y vicepresidente segundo; monseñor Dante Braida, obispo de La Rioja; y monseñor Marcos Pirán, el obispo argentino de Holguín (Cuba).

Del encuentro con los padres sinodales, participaron sacerdotes argentinos que están realizando sus estudios en Roma y, finalmente, se sumaron cuatro sacerdotes de la diócesis de Quilmes, que están cumpliendo su décimo aniversario de ordenación presbiteral y se hospedan en la misma casa.

«No nos olvidemos de continuar rezando por el sínodo y sus frutos», pidieron en esa ocasión las autoridades episcopales.

La Iglesia Argentina en Roma
El 1º de mayo de 1915, el episcopado argentino solicitó al papa Benedicto XV que el templo de Nuestra Señora de los Dolores de Roma fuera declarado Iglesia Nacional Argentina.

 

Tras una etapa a cargo de los mercedarios, el 27 de febrero de 1989, la CEA, presidida entonces por el cardenal Raúl Primatesta, decidió retomar la gestión de la Iglesia Nacional Argentina en Roma y, el 12 de noviembre de ese año, nombró al primer rector del nuevo período, el presbítero Fernando Bargalló.

El 24 de febrero de 2002, se inauguró solemnemente el Colegio Sacerdotal Argentino en Roma, erigido canónicamente por la CEA y por la Sagrada Congregación para la Educación Católica.

El Colegio tiene la misión de albergar a sacerdotes argentinos de las diversas diócesis del país, que realicen sus estudios en las universidades pontificias y los institutos superiores de Roma.

El actual rector de la Iglesia Nacional Argentina en Roma y rector del Colegio Sacerdotal Argentino en esa ciudad es el presbítero Fernando Laguna.

El sacerdote pertenece al clero de Morón (provincia de Buenos Aires) y es acompañado por el presbítero Andrés Marcos, de la diócesis de Villa María (provincia de Córdoba), como vicerrector.